Pues lo cierto es que me ha servido para ver que lo que estoy haciendo con mis alumnos no está mal encaminado y aumentar mis conocimientos en algunas otras cosas.
Por ejemplo, me ha parecido muy interesante el mapa de empatía, que yo nunca lo había hecho, y que es vital para ponernos en el lugar de nuestros alumnos y verlo desde otra perspectiva.
También me ha encantado una actividad optativa que al final no llegué a realizar por falta de tiempo, pero sobre la que estuve buscando información porque desconocía totalmente. Es la referente a las rutinas de pensamiento.
Además, he descubierto la cantidad tan grande de famosos que hay con esta problemática. Yo, que soy fanática de Leonardo Da Vinci, descubrí que cuadraba perfectamente en este perfil. Pero hay tantos otros...
El tema de las adaptaciones curriculares y la adaptación de exámenes era ya más conocido para mi debido a que formo parte del equipo de apoyo de mi centro y estoy habituada a realizarlas o asesorar a los profesores al respecto, así como con los problemas de conducta o las orientaciones a las familias.
La otra gran aportación que realiza este curso es en referencia al uso de recursos tecnológicos que pueden ser muy útiles para nuestra vida diaria. En concreto, me ha parecido un gran descubrimiento la herramienta Diigo. Me permite etiquetar las páginas que encuentro interesantes y guardarlas para poder consultarlas en otro momento. Yo necesitaba algo así, porque navegando encuentras mucha información en la red y no sabía como gestionarla. Ahora ya voy consiguiendo que eso no me suponga un problema.
Pues después de realizar este curso, sólo puedo recomendarlo a los demás profesionales. Ojalá todos los profesores tuvieran que hacerlo de manera obligatoria porque en algún momento de su vida van a tener un alumno con TDAH.
Espero que en la próxima convocatoria se apunten muchos.
